Cuando el pronombre ligado al verbo es ME, TE , LE, LA, LO, es bastante
fácil advertir que la acción del verbo recae sobre la persona a la que
corresponde el pronombre (yo, tú, él). Es más difícil
determinarlo cuando el pronombre es SE porque puede
confundirse con la declinación de los verbos en el tiempo Pretérito
Imperfecto del Modo Imperativo (que yo amaSE, que fueSE) pero en esos
casos recordemos que ese tiempo siempre tiene dos formas de conjugarse:amaRA
o amaSE, fueRA o fueSE.
Su uso
era antes mucho más extenso, pero ha ido reduciéndose; ahora sólo es
corriente cuando el verbo está en imperativo, infinitivo o gerundio,
casos en que la enclisis es obligada y los pronombres y el
complemento no pueden ir de otra manera: "Díselo tú. Tráemela
como sea. Traéoslo con vosotros. Quiero cogerlo. Están estropeándotelo.
Algunas formas en casos distintos de esos, como: diríase (dijérase)
que ..., y tal vez alguna otra, pueden usarse en lenguaje escrito sin
que resulten arcaicas. Y queda también alguna frase estereotipada como
¡hábrase visto!, de uso corriente.
El uso
de los pronombres enclíticos obedece a las siguientes reglas:
1)
Es
teóricamente posible, pero desusada en la práctica, la acumulación de
más de dos pronombres enclíticos Quieren apropiársemelo. Están
bebiéndosetelo, estas son expresiones que nadie usaría más que
arrastrado en la precipitación del lenguaje hablado por la necesidad de
no omitir ninguno de los pronombres para dejar completo su pensamiento.
2) El
pronombre en dativo precede siempre, si hay dos, al que hace de
complemento directo: Házmelo saber. Apropiáoslo tranquilamente.
3) En las
formas verbales compuestas con haber los pronombres enclíticos se
aplican al auxiliar: Habiéndolo previsto. Hay que hacérselo
creer. Antiguamente, se podía decir habiendo en la marina hincádose
de rodillas, pero esta construcción es totalmente desusada ahora.
Sin embargo, cuando, por estar elíptico el auxiliar, no puede el
pronombre adjuntarse a éste, está permitido aplicarlo al
participio: Habiendo hablado con su secretario y dádole
instrucciones.
4) Cuando
el auxiliar es distinto de haber puede anticiparse el pronombre y
aplicarlo al auxiliar deshaciendo la enclisis:
en vez de quiero advertíroslo, os lo quiero
advertir; puede, incluso, unirse al auxiliar
en forma enclítica, pero la
construcción ya no es actual Quedósela mirando.
5)
En la forma pronominal del verbo se suprime la s delante de «nos»:
Marchémonos pronto. Igualmente, se suprime la «d» del
imperativo delante de os: sentaos (antiguamente, y todavía
en algunas regiones: sentadvos).
Como se ha dicho, antes de ahora el uso de los pronombres enclíticos
era mucho más extenso y se aplicaban a cualquier forma verbal.
Las
reglas siguientes, que no se han mencionado antes por no tener aplicación
al uso actual restringido de esos pronombres, sí la tienen a este uso más
amplio:
a)
Así como en el imperativo, infinitivo y gerundio el uso enclítico de
los pronombres es obligado, no pasa lo mismo con otras formas
verbales Se me atravesó en el camino o atravesome en el
camino. Pero no se puede poner un pronombre en una forma y otro en
otra, no se puede decir se atravesome en el camino.
b)
Si la oración empieza por un complemento directo o indirecto, no
permite el oído el uso enclítico del pronombre que representa al otro
complemento: Le puse el
traje nuevo o púsele el traje nuevo; se lo dijo a su
hermano o díjoselo a su hermano; pero no: el traje nuevo púsele
o a su hermano díjoselo.
(Antiguamente
se decía «vello, mirallo», etc. por «vedlo, miradlo» y era
frecuente la metátesis de la «d» y la «l»: miraldo, pagaldo)
Nota
: El pronombre SE
tiene dos acepciones:
a.
Forma reflexiva del pronombre personal de tercera persona.
Ú.
en dativo y acusativo en ambos géneros y números y no
admite preposición. Puede usarse proclítico o enclítico: SE cae; cáeSE. Sirve además para formar oraciones impersonales y
de pasiva.
b.
Dativo masculino o femenino de singular o plural del
pronombre personal de tercera persona en combinación con el acusativo
lo, la, etc.: dióSElo, SE las dio.